Y ya dejamos atrás un verano un tanto peculiar… Un
verano atípico para mi, por así decirlo… Pero al cual deberé acostumbrarme… ¿Por
qué?
Sencillo, ya hemos dejado atrás el instituto y el
aprobar todo a la primera ¡YUJUUUUUU! Y ahora toca hincar codos en verano
también… Además de añadirle lo largo que se hace el curso en la universidad
estando fuera de casa…
Por mi parte, también debo añadirle lo malo de tener
la presión de tener un tiempo limitado para sacarte el carnet de conducir… y
ver que el tiempo se agota y tú no lo consigues, te frustras, te desanimas y
vas perdiendo esas ganas con las que cogiste el coche… Ya no tienes ganas de
ir... pero haces un esfuerzo para no perder todo esto que ya has conseguido,
todo el dinero invertido por tus padres para poder sacarte adelante. Tienes que
darle una recompensa, una alegría al menos después de las malas noticias. Y
menos mal que llega, que ese día llega sin más, sin pensarlo y lo consigues, ya
es tuyo, y ellos son incluso más felices que tú.
Bien, esto debería hablar de la vuelta a la rutina
no de mi experiencia con el carnet de conducir… así que empecemos.
Ya acabo el verano, el salir cuando se puede, el
calor, el estar en nuestra tierra querida *O* Y pasamos a volver a ir a clase todos los días, estar lejos de casa, de
la familia, los amigos… Pero no todo es malo, también volvemos a ver a aquellos
que hemos echado de menos durante todo el verano, aquellos que conocimos en
clase, o simplemente en la habitación de al lado y que ya no estarán en la ella…
Pero no por ello dejaran de estarlo…
Ya ha empezado el nuevo curso, y parece que va a ser
mejor que el anterior, las asignaturas van cogiendo color y forma y sobre todo…
hay que cogerlas con ganas y motivación. Vuelve el frío, la lluvia… Más
integración con aquellos que posiblemente sean compañeras durante 4 años… y
sobre todo y más importante empiezan las ganas de volver y el echar de menos
todo aquello.
¡Bienvenida de nuevo rutina!