Ya se
va acercando el fin del año 2014, ese año que, para mí, empezó de la mejor
manera posible, aunque debería decir de la peor. Sin duda, creía que sería un
año de mierda, pero no fue así. Como ya he dicho, enero fue una mierda en
estado puro. Tomé varias decisiones dolorosas y difíciles de mantener para mí,
pero lo importante es que conseguí llevarlas a cabo. Fue un comienzo de cambios
bastante grandes en mi vida. Pero, gracias a ello, se abrieron otras puertas y
este año conocí a grandes personas, personas increíbles.
Por
supuesto, sin olvidar las que ya estaban en mi vida de antes. Mi loca
preferida, aquella que conocí en el instituto y desde entonces aguanta mis
quebraderos de cabeza, me riñe si hace falta y tiene un abrazo para mí si me
hace falta. Mi alma gemela, esa a la que le dices el hábito más raro que
tienes, y ella tiene el mismo, esa que le cuentas tus historias y tiene muchas
parecidas, esa niña risueña que siempre tiene un buen consejo para el que lo
necesite y unas bonitas palabras. Mi compañera de viaje en Málaga durante los
primeros años, la enfadona a más no poder, pero que se alía con las demás para
reñirme y reñirme. Mi galesa guapa, que siempre tiene palabras confortables o
de vuelta a la realidad cuando me monto en mi nube particular. Mi niña jerezana,
que fue una de las cosas que más agradezco de haber conocido gracias a las
viejas relaciones. Mi malagueño-jerezano
favorito, que lo veo una vez al año, y si es que lo veo… pero siempre tiene un
buen consejo, o simplemente una palabra para mí. Mi viajero empedernido, que
desde que estoy en Sevilla, lo he visto menos que a la navidad y todo porque el
niño solo quiere visitar mundo. Mi Pene particular, siempre puedo contar con
ella, siempre esta dispuesta a dar una vuelta, a venir a mi casa, a llevar el
perro a pelar, da lo mismo, ella viene, y por supuesto, de ir al gym.
Estas
son personas increíbles y especiales, cada una de una manera diferente y, por
ello, para mi son únicas. Este año, sin embargo, he dejado entrar a otras
muchas en mi vida y que para mi son también muy especiales.
Mi cacereña
loca loquísima, alegra los días a cualquiera, entra en tu cuarto sin llamar, te
espera para cenar, y tiene una palabra de ánimo en todo momento. Es una bellísima
persona, y eso es de agradecer. Mi gaditana quería, que se me ha ido lejos este
año, pero que es otro encanto de persona, solo hay que ver que se dejo llevar a
Isla Mágica con los ojos vendados y todo pintado sin ninguna represalia :P. A
mi catalana sevillana que adora el gym, adorable donde las haya y un encanto de
persona, siempre nos quedará ese senderismo. Mi cantante y compañera de zumba,
otro encanto de persona. Siempre tiene una palabra, un consejo, lo que
necesites y siempre hay fiesta a la que ir con ella :P. Mi
sevillana-sanluqueña, mi compañera de paseos hasta la torre del oro si hace
falta… y siempre con una buena conversación. Mi niña que me llama cada dos por
tres, no puede evitarlo, me ama y necesita escuchar mi voz ;) Esta loca, pero
se le quiere. Él más pesado de la tierra, él que no sabe hacer otra cosa que
chincharme, el que no puede mantener en secreto nada, se fue este año y volvió también…
Se le echaba de menos.
Gracias
a todos ellos, y a toda mi familia por regalarme su tiempo, sus risas, sus
palabras, sus vivencias, por hacer de algo cotidiano, algo especial. GRACIAS.