Después
de mandarlo todo a la mierda, después de acabar con el nuevo comienzo porque piensas
que no funcionará.
Entonces,
piensas que te sentirás libre, que se te acabará todo ese agobio que te invade,
pero NO.
Lo
único que ocurre es que una tristeza se apodera de ti; tienes ganas de llorar;
sólo piensas en ello, una y otra vez, una y otra vez; recuerdas cada momento
vivido en ese nuevo comienzo, recuerdas cada beso, cada abrazo, cada charla,
cada sonrisa, cada mirada, cada encaje de manos; y te vuelven a inundar las lágrimas,
pero te reprimes; ¿y dónde quedan esas bromas o comentarios inocentes dónde
hablabas de futuro? Todo eso se ha ido. Pero recuerda, se han ido porque tú has
querido. TÚ Y NADIE MÁS QUE TÚ.
No
debemos olvidar ese sentimiento de tristeza porque piensas que te odia y nunca
te perdonará. Y lo que es aún peor e irremediable, pasarte todo el día pensando
en él.
Y todo
vuelve a empezar. No puedes hablar con él, no puedes verlo, ya todo acabó, pero
es lo que quieres, ¿y pensar que antes te daba igual? ¿Y eso de no importarte
si verlo o no?
Ahora
todo se da la vuelta, pero no tiene ningún sentido, porque tú has querido que
esto pase así. Ha sido TU DECISIÓN.
Y
entonces yo me pregunto, ¿y ahora qué?
Y es
que sólo puedo decir… ACLÁRATE YA, ACLÁRATE YA. Y sobre todo, aprende a dejarte
llevar…
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