domingo, 21 de diciembre de 2014

Gracias 2014.

Ya se va acercando el fin del año 2014, ese año que, para mí, empezó de la mejor manera posible, aunque debería decir de la peor. Sin duda, creía que sería un año de mierda, pero no fue así. Como ya he dicho, enero fue una mierda en estado puro. Tomé varias decisiones dolorosas y difíciles de mantener para mí, pero lo importante es que conseguí llevarlas a cabo. Fue un comienzo de cambios bastante grandes en mi vida. Pero, gracias a ello, se abrieron otras puertas y este año conocí a grandes personas, personas increíbles.
Por supuesto, sin olvidar las que ya estaban en mi vida de antes. Mi loca preferida, aquella que conocí en el instituto y desde entonces aguanta mis quebraderos de cabeza, me riñe si hace falta y tiene un abrazo para mí si me hace falta. Mi alma gemela, esa a la que le dices el hábito más raro que tienes, y ella tiene el mismo, esa que le cuentas tus historias y tiene muchas parecidas, esa niña risueña que siempre tiene un buen consejo para el que lo necesite y unas bonitas palabras. Mi compañera de viaje en Málaga durante los primeros años, la enfadona a más no poder, pero que se alía con las demás para reñirme y reñirme. Mi galesa guapa, que siempre tiene palabras confortables o de vuelta a la realidad cuando me monto en mi nube particular. Mi niña jerezana, que fue una de las cosas que más agradezco de haber conocido gracias a las viejas relaciones.  Mi malagueño-jerezano favorito, que lo veo una vez al año, y si es que lo veo… pero siempre tiene un buen consejo, o simplemente una palabra para mí. Mi viajero empedernido, que desde que estoy en Sevilla, lo he visto menos que a la navidad y todo porque el niño solo quiere visitar mundo. Mi Pene particular, siempre puedo contar con ella, siempre esta dispuesta a dar una vuelta, a venir a mi casa, a llevar el perro a pelar, da lo mismo, ella viene, y por supuesto, de ir al gym.
Estas son personas increíbles y especiales, cada una de una manera diferente y, por ello, para mi son únicas. Este año, sin embargo, he dejado entrar a otras muchas en mi vida y que para mi son también muy especiales.
Mi cacereña loca loquísima, alegra los días a cualquiera, entra en tu cuarto sin llamar, te espera para cenar, y tiene una palabra de ánimo en todo momento. Es una bellísima persona, y eso es de agradecer. Mi gaditana quería, que se me ha ido lejos este año, pero que es otro encanto de persona, solo hay que ver que se dejo llevar a Isla Mágica con los ojos vendados y todo pintado sin ninguna represalia :P. A mi catalana sevillana que adora el gym, adorable donde las haya y un encanto de persona, siempre nos quedará ese senderismo. Mi cantante y compañera de zumba, otro encanto de persona. Siempre tiene una palabra, un consejo, lo que necesites y siempre hay fiesta a la que ir con ella :P. Mi sevillana-sanluqueña, mi compañera de paseos hasta la torre del oro si hace falta… y siempre con una buena conversación. Mi niña que me llama cada dos por tres, no puede evitarlo, me ama y necesita escuchar mi voz ;) Esta loca, pero se le quiere. Él más pesado de la tierra, él que no sabe hacer otra cosa que chincharme, el que no puede mantener en secreto nada, se fue este año y volvió también… Se le echaba de menos.

Gracias a todos ellos, y a toda mi familia por regalarme su tiempo, sus risas, sus palabras, sus vivencias, por hacer de algo cotidiano, algo especial. GRACIAS.


jueves, 13 de marzo de 2014

Dejar de engañarse a uno mismo.

"Me di cuenta que aún te quería cuando pase de necesitar morderte sin razón ni lógica, a simplemente no necesitarlo, porque te comía a besos. "


domingo, 19 de enero de 2014

Adiós.

Decir adiós a la única persona que has querido, por la que darías la vida por ella, DUELE. 
Duele demasiado.
Aún sabiendo que no queda otra, aún sabiendo que no te quiere y ya no le importas.
Duele...
Duele mucho...
Duele...
Simplemente duele...
Y no puedes hacer nada.
Porque ese dolor te consume cada vez que aflora a tu piel.
Aún sabiendo que es lo mejor para ti y para tu vida.
Duele...
Aún sabiendo que aunque des tu vida, ella no la daría, la sigues dando,
Y duele...
Aún sabiendo todo esto y mucho más.
Duele...


Porque todas estas razones razonables existentes no son suficientes ante esa minúscula parte de razones que te apoyan a no decir ADIÓS.

Pero vas a decir ADIÓS... y por eso, DUELE.



lunes, 6 de enero de 2014

Te quiero, lo mire por donde lo mire, te quiero.
Y por momentos te odio, más que a nadie.
¿Sabes por qué?
Porque espero de ti cosas que nunca harás.
Porque me alegras el día cuando quieres verme y si te veo, ya soy feliz por dos días.
Porque haría cualquier cosa por ti.
Porque nadie me llena como tú, después de varios intentos.
Porque me enerva que pases de mí, y lo que es peor, me pone mal.
Porque no puedo decir, paso de ti, ya que a los 5 segundos te vuelvo a dar la brasa.
Porque hago locuras por ti, que tú no haces.
Porque quiero escucharte o verte en cualquier momento.
Pero tú y yo sabemos que no harás lo mismo por mí. Que te pido más de lo que puedes darme y que nunca volveré a ser lo primero para ti. Que ya baje de plano en tu vida mientras que yo siempre estaré para ti aunque tú no lo quieras.

Para ti siempre seré una distracción en esos momentos de aburrimiento extremo.