domingo, 15 de marzo de 2015

¿Por qué luchas?

A veces, predispones, supones, piensas en lo peor, eso te ayuda a seguir con los pies en la tierra, a no ilusionarte aunque ya lo estés. Al menos, cuando todo haya acabo, la caída será más pequeña, el dolor será menor, o eso esperas.

Sin embargo, algo te dice que lo dejes ir, que lo dejes pasar, que no luches más porque esto no va a ninguna parte. Ya ha fracaso dos veces sin haber ocurrido, ¿qué te hace pensar que podría eso cambiar?

Realmente, no sé por qué luchas.

lunes, 9 de marzo de 2015

Cometas en el cielo.

“- No sé en qué momento empecé a reírme, pero lo hice. Reír dolía, me dolían la mandíbula, las costillas, la garganta. Pero reía y reía. Y cuanto más reía, más fuerte me pateaba, me pegaba, me arañaba.

Otra costilla rota. Lo que me resultaba tan divertido era que, por primera vez desde el invierno de 1975, me sentía en paz.”

“- Dios existe, así tiene que ser, y voy a rezar, voy a rezar para que me perdone por haberlo olvidado durante todos estos años, para que me perdone por haber traicionado, mentido y pecado con impunidad, y por volver a Él sólo en los momentos de necesidad; rezo para que sea tan misericordioso, benevolente e indulgente como su libro dice que es. Me inclino hacia el este, beso el suelo y prometo que practicaré el zakat, el namaz, que ayunaré durante el ramadán y que seguiré ayunando después de que el ramadán haya pasado, me comprometo a memorizar hasta la última palabra de su libro sagrado y a peregrinar hasta aquella ciudad abrasadora en medio del desierto y a inclinarme delante de la Ka'ba. Hare todo eso y pensaré en Él a diario a partir de este instante si me concede un único deseo: mis manos están manchadas con sangre de Hassan; rezo a Dios para que no permita que se manchen también con la sangre de su hijo.”

“- Miré a Sohrab. Una de las comisuras de su boca había cambiado de posición y se curvaba hacia arriba.
Una sonrisa.
Torcida.
Apenas insinuada.
Pero sonrisa.”


viernes, 23 de enero de 2015

¿Segundas partes nunca fueron buenas?

Hay quien dice que todo el mundo merece una segunda oportunidad. Quizás, lleven razón, todos cometemos errores a lo largo de nuestra vida, y aprendemos de ellos, somos más sabios, pero, también podemos cometerlo una segunda vez. Ya se sabe, “segundas partes, nunca fueron buenas”, esta no iba a ser especial.

Pero bueno, empecemos por el principio, que sino, nadie se entera de nada.


A veces, conoces a gente que no tomas en cuenta, que conoces sin darle importancia, pero puede llegar un día en el cual ese alguien que conociste te llamé la atención. Esto puede ser por cualquier razón, ¿hay una ley donde se establezca las condiciones para ser interesante? El caso es que te hace reír como nadie, te hace olvidar los problemas, te hace sentir bien, como hacía tiempo que no te sentías. Tienes esa chispa que habías perdido, te levantas risueña y deseando tener noticias, a veces tardan más, otras veces menos pero siempre acaban llegando. Pero un día las noticias desaparecen… Y con ello todo lo que te hacía sentir. Lo pasas mal, está claro, pero lo superas, tampoco te estas muriendo. Aprendes a ver las cosas de otra manera y a disfrutar de la compañía de tus amigos, además echas de tu vida a todo fantasma anterior que estaba rondando. Todo parece ir bien, me atrevería a decir que mejor que nunca. Te has encontrado a ti misma.


Y de repente, como bien se dice, “quien se fue sin ser echado, vuelve sin ser llamado”. Y esa persona que apareció de repente, vuelve. Y te explica sus razones para irse. Eres desconfiada, ciertas cosas que te han pasado te han hecho ser así, pero solo aparentemente. Ahora sacas más que nunca tu gran defecto llamado orgullo, y no toleras ni lo más mínimo, hablas entre borderia e indirecta con él, hasta que te quitas esa barrera, la única que tenías… Y caes, te ilusionas y vuelves a sentir todo lo que sentías antes, vuelves a querer saber noticias de él, pero con un poco más de orgullo, “¿CÓMO VOY A HABLARLE YO? Que me hable él que para eso se fue, jum”. Así te defiendes de lo que ya no hay vuelta atrás, porque ya has caído, estás dentro, quieras o no. Como no era de esperar, te rayas más que la persiana de tu cuarto, y haces la pregunta estrella, que no es otra que… ¿intenciones?.  La respuesta es justo la que no quieres oír. Te sientes idiota, tonta, pero doblemente, porque ya ocurrió una vez, y has vuelto a caer. Así que, no hay nada mejor que hacer que desahogarse.
¿Y entonces qué pasa? Eso quisiera saber, que es lo que pasa, porque lo que obtienes es contradictorio. No sabes cómo tomártelo. Ahí está, ahora descífralo.  ¿Volvemos al principio, o quizás ya hemos salido de todo esto? No lo sabes, pero encontraras la manera de saberlo.


domingo, 21 de diciembre de 2014

Gracias 2014.

Ya se va acercando el fin del año 2014, ese año que, para mí, empezó de la mejor manera posible, aunque debería decir de la peor. Sin duda, creía que sería un año de mierda, pero no fue así. Como ya he dicho, enero fue una mierda en estado puro. Tomé varias decisiones dolorosas y difíciles de mantener para mí, pero lo importante es que conseguí llevarlas a cabo. Fue un comienzo de cambios bastante grandes en mi vida. Pero, gracias a ello, se abrieron otras puertas y este año conocí a grandes personas, personas increíbles.
Por supuesto, sin olvidar las que ya estaban en mi vida de antes. Mi loca preferida, aquella que conocí en el instituto y desde entonces aguanta mis quebraderos de cabeza, me riñe si hace falta y tiene un abrazo para mí si me hace falta. Mi alma gemela, esa a la que le dices el hábito más raro que tienes, y ella tiene el mismo, esa que le cuentas tus historias y tiene muchas parecidas, esa niña risueña que siempre tiene un buen consejo para el que lo necesite y unas bonitas palabras. Mi compañera de viaje en Málaga durante los primeros años, la enfadona a más no poder, pero que se alía con las demás para reñirme y reñirme. Mi galesa guapa, que siempre tiene palabras confortables o de vuelta a la realidad cuando me monto en mi nube particular. Mi niña jerezana, que fue una de las cosas que más agradezco de haber conocido gracias a las viejas relaciones.  Mi malagueño-jerezano favorito, que lo veo una vez al año, y si es que lo veo… pero siempre tiene un buen consejo, o simplemente una palabra para mí. Mi viajero empedernido, que desde que estoy en Sevilla, lo he visto menos que a la navidad y todo porque el niño solo quiere visitar mundo. Mi Pene particular, siempre puedo contar con ella, siempre esta dispuesta a dar una vuelta, a venir a mi casa, a llevar el perro a pelar, da lo mismo, ella viene, y por supuesto, de ir al gym.
Estas son personas increíbles y especiales, cada una de una manera diferente y, por ello, para mi son únicas. Este año, sin embargo, he dejado entrar a otras muchas en mi vida y que para mi son también muy especiales.
Mi cacereña loca loquísima, alegra los días a cualquiera, entra en tu cuarto sin llamar, te espera para cenar, y tiene una palabra de ánimo en todo momento. Es una bellísima persona, y eso es de agradecer. Mi gaditana quería, que se me ha ido lejos este año, pero que es otro encanto de persona, solo hay que ver que se dejo llevar a Isla Mágica con los ojos vendados y todo pintado sin ninguna represalia :P. A mi catalana sevillana que adora el gym, adorable donde las haya y un encanto de persona, siempre nos quedará ese senderismo. Mi cantante y compañera de zumba, otro encanto de persona. Siempre tiene una palabra, un consejo, lo que necesites y siempre hay fiesta a la que ir con ella :P. Mi sevillana-sanluqueña, mi compañera de paseos hasta la torre del oro si hace falta… y siempre con una buena conversación. Mi niña que me llama cada dos por tres, no puede evitarlo, me ama y necesita escuchar mi voz ;) Esta loca, pero se le quiere. Él más pesado de la tierra, él que no sabe hacer otra cosa que chincharme, el que no puede mantener en secreto nada, se fue este año y volvió también… Se le echaba de menos.

Gracias a todos ellos, y a toda mi familia por regalarme su tiempo, sus risas, sus palabras, sus vivencias, por hacer de algo cotidiano, algo especial. GRACIAS.


jueves, 13 de marzo de 2014

Dejar de engañarse a uno mismo.

"Me di cuenta que aún te quería cuando pase de necesitar morderte sin razón ni lógica, a simplemente no necesitarlo, porque te comía a besos. "


domingo, 19 de enero de 2014

Adiós.

Decir adiós a la única persona que has querido, por la que darías la vida por ella, DUELE. 
Duele demasiado.
Aún sabiendo que no queda otra, aún sabiendo que no te quiere y ya no le importas.
Duele...
Duele mucho...
Duele...
Simplemente duele...
Y no puedes hacer nada.
Porque ese dolor te consume cada vez que aflora a tu piel.
Aún sabiendo que es lo mejor para ti y para tu vida.
Duele...
Aún sabiendo que aunque des tu vida, ella no la daría, la sigues dando,
Y duele...
Aún sabiendo todo esto y mucho más.
Duele...


Porque todas estas razones razonables existentes no son suficientes ante esa minúscula parte de razones que te apoyan a no decir ADIÓS.

Pero vas a decir ADIÓS... y por eso, DUELE.



lunes, 6 de enero de 2014

Te quiero, lo mire por donde lo mire, te quiero.
Y por momentos te odio, más que a nadie.
¿Sabes por qué?
Porque espero de ti cosas que nunca harás.
Porque me alegras el día cuando quieres verme y si te veo, ya soy feliz por dos días.
Porque haría cualquier cosa por ti.
Porque nadie me llena como tú, después de varios intentos.
Porque me enerva que pases de mí, y lo que es peor, me pone mal.
Porque no puedo decir, paso de ti, ya que a los 5 segundos te vuelvo a dar la brasa.
Porque hago locuras por ti, que tú no haces.
Porque quiero escucharte o verte en cualquier momento.
Pero tú y yo sabemos que no harás lo mismo por mí. Que te pido más de lo que puedes darme y que nunca volveré a ser lo primero para ti. Que ya baje de plano en tu vida mientras que yo siempre estaré para ti aunque tú no lo quieras.

Para ti siempre seré una distracción en esos momentos de aburrimiento extremo.