domingo, 16 de septiembre de 2012

Desahogo.



Y otra vez caigo en la misma piedra. Cada vez me doy cuenta que soy demasiado confiada. Me hacen daño y continúo al pie del cañón. Hoy no sé si es él o ella, o quizás sean ambos los causantes de este daño.
Cada uno aporta su granito de arena. Si es ella, ¡vaya idiota! ¿Qué cree que no me voy a dar cuenta de que es ella? Quizás no cambie nada entre ellos, pero tampoco romperá la amistad que tenemos. ¿A lo hecho pecho no? Pues eso, no va a conseguir separar algo que vuelve aún habiéndose hecho mucho daño, y tirado más mierda aún.  Y él, si realmente era él, decepcionante, aunque debo reconocer que no era la primera vez, así, que, ¿qué cabía esperar de él? Lo mejor es lo creído que se lo tiene. Pero vamos, no es el único. Todos sois iguales, todos.
¿Pensáis que porque alguna vez hayamos sentido algo por vosotros ya tenéis el privilegio de pensar que siempre va a ser así? ¿Qué por qué luego queramos ser vuestras amigas aún sentimos algo? Que equivocados estáis…  
En mi caso, no quiero tener nada con esa persona. Ya he visto todo lo que tenia que ver y he sufrido todo lo que tenia que sufrir y he llorado todo lo que tenia que llorar respecto a esa persona. Ahora, solo quiero su amistad, que después de todo podamos llevarnos bien. Pero vaya… Siempre tendremos a la novia hipermegaultracelosa o al ex creído y prepotente, o quien sabe si no coinciden que los dos.


¿Pues sabéis que os digo? Que viváis vuestra jodida vida pero no me metáis en ella. No me interesa. Así que follad mucho y no os peléis, que luego todo recae sobre mi. Gracias ;)

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